
Tras mostrar en
Hook que Peter Pan se había hecho adulto y que había llegado la hora de pasar a otros temas, Spielberg llevaba como dos décadas ( los noventa y la de los 2000 ) haciendo películas sobre temas más serios y reales, dejando a un lado la pura aventura y los sueños de la adolescencia. Fue en
Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal (2008) donde terminó un ciclo, filmando el crepúsculo de su héroe más popular con esa boda final. A partir de ese punto, es como si Spielberg se hubiera, en cierto modo, aburrido de sí mismo y de su recurrente vindicación de la familia y la paternidad responsable mostrando que, cuando el héroe se casa, se acabó la aventura. Pues bien, en el 2011 estrenó
Las aventuras de TinTín: El secreto del Unicornio, y en el 2016
The BFG, que era otra versión de
E.T y de
Peter Pan (y así como
E.T fue su propia adaptación de
Peter Pan). Volviendo así a sus orígenes, hizo su película de TinTín como sabiendo que sería la única película de Tintín que haría en su vida, echando toda la carne en el asador y dándolo todo en cada plano y en cada caracterización de los personajes. No da respiro, no hay reflexión o mensaje alguno que no esté implícito en esa aventura sin apenas pausa que termina a los pies de una imagen de San Juan evangelista sosteniendo la cruz de Cristo. Y, por supuesto, no hay mujeres ni otra familia que no sea la de los camaradas en busca de aventura. Todo es pasión por descubrir, pasión por el misterio o por lo que está oculto, la curiosidad del navegante, la investigación del que necesita conocer historias para escribirlas. El tesoro - como el dinero que puede contener una cartera robada - es lo de menos, lo que importa es el viaje y su desarrollo hasta esa imagen del evangelista, el verdadero trasfondo espiritual del recorrido.
La película, en sus imprescindibles créditos del inicio, empieza con la imagen de una de esas antiguas máquinas de escribir situada junto a una ventana desde la cual se ven las estrellas, una manera de resumir la esencia del personaje. Luego, toda la película está hecha de temas que han ido apareciendo a lo largo de la filmografía de Spielberg, reciclados y sintetizados en una aventura nueva y vibrante; Haddock encuentra una forma de redención a través del recuerdo y el descubrimiento de su origen, a partir de una portentosa y espectacular imagen ( tal vez la cumbre de la imaginación cinematográfica de Spielberg ) en la cual el pasado se hace uno con el presente. Esa redención de Haddock, por tanto, traza el camino a seguir hasta llegar a la Cruz del águila. Ir en busca del tesoro siempre ha sido un motivo excitante, en el cine y en la literatura, pero cuando existe ese trasfondo moral y religioso en la historia y en los personajes ya está en otro nivel.