domingo, 14 de junio de 2020

Mugrientos (1978)

Danny Zuko y Sandy Olsen vuelven por Navidad | Cultura | elmundo.es


Grease contaba la historia de Danny Zuko, un chico que necesita ser libre. Vivía preso de los convencionalismos derivados de pertenecer a una cultura, e incidamos en el hecho de que todos hemos sido, en alguna medida, hijos de la "era rock". La película es un escaparate para deleitarse en la nostalgia de lo no vivido: los guateques, el musical de los 50, un característico sentido del humor, el sueño - no siempre realizado - acerca de esas amistades del colegio que permanecerán para siempre. Cabe destacar la canción Grease is the Word interpretada por Frankie Valli, la cual - acompañando a los créditos del inicio - es esa Voz maestra que dice aquello que precisamente la película desmiente en su posterior desarrollo; debía romper con los convencionalismos del greaser para poder estar junto a la pureza y castidad encarnadas en Sandy. Y aunque el tema de Frankie Valli se refiere a la cultura del individuo que quiere alcanzar la autenticidad en una sociedad dominada por los valores de la burguesía puritana protestante, valga decir que los atributos propios del greaser ( el apartarse del "mundo" y de sus convencionalismos, el amor por lo marginal y el trabajo precario) tienen su origen en las virtudes cristianas, posteriormente tergiversadas bajo un signo posmoderno que ha encandilado a varias generaciones. Greaser significa mugre, lo peor de la sociedad a ojos de quienes se rigen bajo los auspicios de un orden mundado y burgués. Al final, Danny y Sandy ceden su parte correspondiente para poder estar juntos: él con su chaquetita cursi de finolis-chico deportista, sano y bueno, y ella convertida en un putón verbenero. Los puritanos se ceban con este último aspecto, queriendo decir que esa conclusión de la película es un mensaje que corrompe a la juventud y, en parte, es verdad ya que la trasformación de Sandy es mucho más llamativa y sensualmente efectiva que la de su contraparte masculina. No sucedía de forma atonal y armónica, sino que el mensaje era una exhortación al libertinaje. Lo cierto es que, contradiciendo a esa Voz maestra, han renunciado a ser lo que verdaderamente son para poder estar juntos. Una incoherencia que funciona perfectamente en ese terreno de la sátira desmitificadora. A fin de cuentas el greaser, constituido como un icono pop, es una falsificación del verdadero espíritu de libertad y, en ese orden, la película denuncia el gregarismo de aquellas bandas juveniles porque obstaculiza el camino hacia la autenticidad y conduce hacia la dictadura de los convencionalismos.

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